lejos del área
Rematan, pelean, luchan… Sobre ellos recae muchas veces la responsabilidad de materializar el juego del equipo en la salsa del fútbol, que dicen es el gol. Necesitan ver portería y oler la sangre de la defensa rival para entrar a morder y conseguir su objetivo. Viven por y para anotar tantos, lo cual, a veces, tapa defectos un día y esconde virtudes otro, sobre todo cuando la pelotita se niega a entrar por mucho que trabajen. La gente los conoce como delanteros, arietes, ‘killers’ o incluso simplemente por su dorsal característico: Son los ‘nueve’, una especie fundamental en el balompié.
Por Pucela hemos visto a muchos. Algunos pasaron sin pena ni gloria pese a llegar con la promesa de ser muy efectivos y a otros siempre los recordaremos por sus goles. Los más veteranos se acordarán de gente como Coque, Morollón, Lizarralde, Da Silva o Fonseca, mientras que, para los más jóvenes, hablar de delanteros es pensar en el croata Peternac, el olfato de Guerra o la lucha de Aduriz y Llorente. Lógicamente cada uno tiene sus favoritos, ya sea por su entrega (cómo olvidar al hoy doctor Alberto López) o por su calidad (me acuerdo de Óscar o Víctor Fernández, que sin ser puramente ‘nueves’, repartían goles y asistencias por el área rival de Zorrilla), pero todos los aficionados coinciden en lo importante que es tener a alguien con ese olfato especial.
Suelen acaparar el cariño de los pucelanos a poco que destaquen y no resulta extraño ver la grada blanca y violeta repleta de dorsales de delanteros. Para lo bueno y lo malo copan muchas veces el foco de la atención y, cuando el balón no entra, muchos suspiran por alcanzar la efectividad de épocas como las de Javi, Alen, Polilla o Gerardo. Sería injusto que sobre ellos recayese toda la responsabilidad del equipo, pero lo cierto es que actualmente el Real Valladolid no parece sobrado de ese tipo de delanteros.
Llegó la primera derrota del Pucela y con ella sale a la palestra esa falta de gol. Es pronto para encender las alarmas y, ganando ante UCAM, podremos hablar de un buen inicio de temporada. El equipo ha demostrado, en líneas generales, buena actitud, esfuerzo y unión. Seguramente sea injusto o recurrente recordar a nuestros grandes delanteros cuando la pelota no entra, pero, por si acaso, esperemos que la racha cambie y esta temporada surja también alguien que esté a la altura de ese mítico dorsal nueve.
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