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Las tres derrotas consecutivas del Real Valladolid no alteran la percepción que tiene Braulio Vázquez sobre la plantilla que ha armado este verano. El director deportivo blanquivioleta recuerda cuáles son los pilares de un proyecto que se ve obligado a pagar algunos costes iniciales y resalta también que el buen inicio (siete puntos en los primeros tres partidos) creó una burbuja. «Quizá nuestro problema fue empezar tan bien», apunta Braulio. «Se crearon unas expectativas que no sé si se confirmarán o no. Este es un equipo en formación. Aún se está haciendo. Hemos dicho que el proyecto es a dos años. El entrenador se encuentra en pleno conocimiento de los jugadores, porque aún no los conoce al cien por cien. Es algo normal».
El responsable de la plantilla del Real Valladolid asume que hay que dar tiempo para que florezca el talento. «Nosotros tenemos jugadores como Jose o Iban Salvador con los que hay que pagar un peaje de rendimiento inmediato para que luego sean futbolistas consolidados. Pasa lo mismo con Ángel, Renzo o Raúl de Tomás, un chico muy joven que en Lugo hizo un partido fantástico. Este factor de la juventud nos costará un peaje de puntos, pero, ahora, con tres derrotas seguidas, insisto en que estoy muy satisfecho con la plantilla que hemos armado. Con el presupuesto que teníamos, el trabajo del entrenador y del presidente ha sido fantástico».
El director deportivo pide mesura en los análisis. Considera que los ditirambos que recibió el equipo tras el fulgurante inicio y las dudas que puede generar ahora tienden a la exageración. Porque el Real Valladolid, este Real Valladolid, se ve limitado por algunos factores. La bisoñez por un lado. El presupuesto por otro. «Somos el equipo más joven de toda la categoría después del Sevilla Atlético. Y tenemos el decimonoveno presupuesto de Segunda. Hablar de que somos favoritos para el ascenso me parece ridículo. Todos tenemos que quitarnos la venda. Yo estoy encantado con este equipo, una plantilla que va a pelear por jugar el ‘play-off’. Estoy convencido. Pero no vamos a perder la noción, según ganemos o perdamos. La Segunda División es muy larga. Y el equipo va a ir a más. Seguro».
Una mala racha como la actual puede incrementar el nerviosismo en una plantilla con poco recorrido en categoría profesional. El peaje de la juventud puede traducirse en ansiedad, pero el Real Valladolid cuenta en el vestuario con futbolistas más experimentados que, a juicio de Braulio Vázquez, aportarán «poso». Son los casos, por ejemplo, de Álex López, Míchel Herrero o Rafa López.
El legado de Paco Herrera
Además, el director deportivo recuerda que la idea con la que se conformó el equipo, y la propia contratación de Paco Herrera como entrenador, buscaban una meta a medio plazo y no resultados inmediatos. «Paco ha dejado un proyecto de club en los equipos que ha dirigido, con jugadores jóvenes que luego han crecido para ser importantes. El Celta de ahora es, en gran medida, el Celta que inició Paco. En Las Palmas se ve su esencia. Es lo que buscamos aquí, más allá de ganar o no al Huesca el próximo sábado».
Hay otra serie de situaciones que han lastrado al Real Valladolid, incapaz de marcar en los últimos tres partidos y condenado por las acciones a balón parado y por la falta de puntería arriba. A Braulio no le inquieta el hecho de que el equipo solo haya logrado tres goles en cinco partidos y que encadene tres jornadas sin ver puerta. «Me preocuparía que no generásemos ocasiones de gol, pero se trata solo de una cuestión de acierto. Ante el UCAM tuvimos cinco ocasiones muy claras. En la segunda parte en Lugo, otras cuatro o cinco. Solo debemos tener un poco más de fortuna. Y nos están pasando cosas tremendas: nos anulan un gol en fuera de juego por media uña. Vamos a Tenerife y nos marcan el tiempo añadido de la primera parte... Es verdad que la primera mitad de Lugo fue un desastre y que nos lo tenemos que hacer mirar. Sin embargo, la segunda mitad, y lo ha dicho el propio entrenador, fue la mejor parte del equipo en este inicio de competición. Si hubiésemos empatado, podríamos haber ganado el partido, pero como no puntuamos parece que no hemos hecho nada. Hay que intentar no perder la calma porque como la perdamos tendremos un problema. Ahora vemos el partido de Huesca como una final y no deberíamos».
Confianza
Dentro de Zorrilla, la crisis de resultados no se traduce en crisis de confianza. El propio Braulio Vázquez lo deja claro: «Queremos que Paco genera un proyecto de club y no podemes dudar ni ganando ni perdiendo. Vayamos con tranquilidad y ya veremos dónde nos lleva la competición. Entiendo que la gente se ilusionase al inicio, pero no me gustaría ahora se desilusionase en exceso. No quiero hablar de los árbitros, pero sí del proceso que necesita un equipo tan joven. Hay clubes que casi nos cuadruplican el presupuesto, pero insisto: estamos encantados con lo que tenemos y, con nuestro presupuesto, hemos confeccionado una plantilla para pelear entre los seis primeros. Estoy convencido. Y lo digo ahora, después de tres derrotas».
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