El comentario lo provocó la falta de gol, pero Herrera fue más allá en su explicación: «Me duele en el alma y estoy llevando fatal el haber hecho tan pocos goles, porque mis equipos han sido siempre goleadores. Confío en que le demos la vuelta. Mi máxima preocupación es esa. No es ganar o perder, es que el equipo tenga una identidad, que no la tiene al cien por cien. Y esa es la pelea en la que estamos. ¿Para cuándo? No lo sé. Eso aparece; aparece solo. Ojalá sea esta semana».
Insiste el entrenador del Real Valladolid, el barcelonés Paco Herrera, en su fe ciega en el equipo al que entrena; en la seguridad absoluta en que es un equipo bueno que un día hará un gran partido, completo, y desde entonces cambiarán las cosas. Pero cuando se le pregunta por el gol, la llave, el argumento que puede darle la razón y que se le niega hasta ahora (tres goles en seis partidos, eso sí, los tres tantos mejor rentabilizados de la historia reciente del equipo, gracias a su seguridad defensiva), entonces Paco Herrera deja a un lado su entusiasmo y rinde tributo al realismo: «Me duele en el alma que hayamos hecho [tan] poquísimos goles».
Herrera volvió a sincerarse después del último entrenamiento previo al encuentro de la séptima jornada del campeonato, en la rueda de prensa habitual para analizar el siguiente partido. Dijo que está consiguiendo dar forma al que puede ser el once-base definitivo para el resto de temporada; analizó uno por uno a muchos de los jugadores y concluyó con que habrá algún cambio sobre el último once titular, fundamentalmente con dudas en la línea ofensiva. De nuevo la presencia de Villar desde el principio o como recurso para reactivar al equipo en la segunda parte es la duda del once para esta tarde cuando, a partir de las 18:00 horas, se inicie el encuentro en Zorrilla contra un Huesca cuya expedición llegó ayer a Valladolid. «Villar o Mata, pero el primero no está para jugar noventa minutos», dijo.
Ya conozco a todos
Nada más iniciarse la rueda de prensa, Herrera espantó el pesimismo al que inducen los últimos resultados: «Sigo diciendo que estamos más cerca de cosas buenas que de cosas malas».
Al abordar la posibilidad de un cambio táctico frente al Huesca, hizo un resumen sobre lo ocurrido en lo que va de temporada. «Tengo que reconocer que hemos ido funcionando en cada partido metiendo cosas nuevas que no entraban en mi primera idea. He cambiado algunos detalles, pero tengo la sensación de que desde hace dos partidos ya trato de que el equipo defienda una misma idea para mantenerla todo el año. Creo que es lo mejor para el equipo. El conocimiento de la plantilla para mí ya es completo y creo que hay que defender una idea al cien por cien».
Garantía de gol
No rehusó examinar a buena parte de la plantilla, ahora que dice conocer las posibilidades de todos ellos. Pero manifestó Herrera una especial confianza en el futuro del delantero de Talavera. «Sigo diciendo que Jose tiene gol y sigo creyendo en Jose, a pesar de que está pagando el precio de jugar noventa minutos en esta categoría. Pero es un peaje que a mí no me importa pagar, lo incentivo cada semana porque acabará haciendo goles. Jose es muy buen jugador para el Real Valladolid y si repasáis los partidos como yo lo he hecho, termináis diciendo: ‘Si es que el 80% de las ocasiones que hemos tenido han estado en él’. Creo que Jose tiene gol y acabará haciéndolo, entiendo que Raúl y Mata, también.
Sobre el rival de esta tarde dijo que, como todos los equipos a los que ha entrenado Anquela, es muy intenso. «Cuando no puede apretar arriba se repliega bien para poner en marcha el contraataque y no se entretiene demasiado en las jugadas ofensivas». Herrera lo definió muy gráficamente. «Sus contraataques son rápidos, tratan de acabar la jugada en diez segundos». Explicó Herrera que no es un equipo como el Lugo, que tiene el balón. «El peligro está en la pérdida de balones en el centro del campo, porque sus contraataques son muy rápidos».
Por último, y para cerrar la cuestión cuanto antes, habló sobre algunas de las decisiones arbitrales que en los últimos encuentros han sido definitivos en el desenlace, siempre en contra, de los encuentros jugados por el Valladolid. Después de desgranar algunos errores clarísimamente perjudiciales para su equipo, afirmó que no volverá a hablar de ello. «Pase lo que pase frente al Huesca, aunque fuera muy grave, no hablaré de ello. No es mi trabajo quejarme» dijo.
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