«Afrontamos la última etapa, ya sin parones, y creo que vamos a demostrar que podemos ser regulares». Es el reto que el central chileno del Real Valladolid Igor Lichnovsky, se marca para el presente año. Regulares en la excelencia que han llegado a insinuar en momentos contados o, al menos, en la demostrada calidad que les debería haber situado entre los mejores , y no el medio de la tabla, como terminaron el año.
Tras el entrenamiento matutino, el central chileno analizó en la sala de prensa el presente del equipo, con alusiones al futuro inmediato. Sin especular, por ejemplo, son su titularidad. «Todos competimos para ser titulares, pero las ansias por se titular no pueden superar la importancia de que el equipo es lo que importa. El técnico es el que decide».
Sobre su discontinuidad en las alineaciones fue claro: «A lo largo de mi carrera me ha tocado de todo: un año jugando mucho y otro, no tanto. Este año ha sido un poco de las dos, pero me centro en que la decisión no depende de mí. De mí solo depende entrenarme al máximo y demostrarle al técnico que quiero estar entre los titulares».
Admitió Lichnovsky que ya no hay margen de error en los partidos de casa, pero matizó la importancia de ciertas referencias. «No es momento aún de mirar la tabla; es momento de ir partido a partido, no e la clasificación, como que estamos a siete puntos del ascenso directo y hemos llegado a estar a tres del descenso. Es algo que no es normal. Debemos preocuparnos solo de este partido con las armas que nos de el cuerpo técnico».
Aunque solo contempla la victoria el viernes, en Zorrilla, ante el Reus, desdramatizó la importancia de empezar el año con victoria: «No es importante empezar el año ganando. Lo importante es ganar siempre, sobre todo en casa. Nos cuesta más cuando es 'de visita'.
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